Para un maestro conseguir trabajo, primero tiene que graduarse, participar en un concurso de oposición y esperar que le de la voluntad al ministro de Educación para nombrarlo. Le llenan un AP, donde tiene que presentar título universitario legalizado, presentar prueba antidoping y otros exámenes. Ese AP va firmado por el encargado de recursos humanos del distrito educativo y por el director de distrito, luego va a la Regional, donde también lo revisan y lo firman, de ahí va al Ministerio de Educación, donde sigue el proceso de reclutamiento, un analista de recursos humanos, recursos humanos, ministro y por fin va a nómina.
Cuando sale el nombramiento, le dan un telegrama y lo envían para un campo lejísimo y después de cinco o diez años lo trasladan a la zona urbana.
En su mayoría los maestro que ha sido nombrado en un centro casi nunca llegan a laborar en el mismo, debido al registro de elegibles, que el nuevo va al campo o zonas más apartadas y el viejo viene a la zona urbana. Muchas veces esos cambios no son actualizados en la nómina y los maestros laboran en centros distintos a los que han sido asignados.
¿Como puede entonces, un verdugo ministro, decir que son botellas o vagos y bloquear los salarios?
Mientras que hay cientos y cientos de empleados o funcionarios del Estado que no dan un golpe, con sueldos de 100 mil a 1 millón de pesos mensuales, que no tuvieron que participar en concursos para nombrarlos y la sociedad no los repudia ni pide su cancelación..
Las demandas de la ADP pidiendo la reposición de los maestros cancelados injustamente, por una auditoria mal hecha, recibe el rechazo de la sociedad , pidiendo otros métodos de lucha que no perjudique a los niños.
¿Cuales métodos funcionarían con un ministro como Andrés Navarro?
Nunca se había visto cancelar maestras en licencia por embarazo, licencia por salud, por accidente ni mucho menos retener el pago a maestros pensionados.
Los padres que no soportan a sus hijos en casa, que dicen que se están perjudicando con la falta de docencia, que reclamen al gobierno y al ministro Andrés Navarro que resuelva los problemas creados a los docentes que fueron cancelados injustamente en vacaciones y otros en licencia, que responda por las vidas que se perdieron y que lleve tranquilidad al sector magisterial.
Demanden del ministro que deje de gastar 1 millón 400 mil pesos diarios en publicidad y que lo dedique a mejorar las condiciones de los centros educativos, donde no hay papel ni agua en los baños para la higiene.
Los padres deben demandar también que suministren un desayuno y un almuerzo con calidad, que no sea solo para enriquecer a los compañeritos del PLD o funcionarios disfrazados con cocinas.
Demanden que entreguen los uniformes y libros de texto al inicio del año escolar y no cuando ya esté finalizando. que le de mantenimiento a los centros educativos y que cree condiciones de trabajo más dignas para los estudiantes y los docentes.
Y para finalizar, demanden que no haga campaña con los hijos de los pobres, con la comida y con el 4% del PIB ni lo use para favorecer los grupos económicos.
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